Donald Trump confirma que Solana, Cardano y Ripple se sumarán a la reserva de criptomonedas.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reveló que el Grupo de Trabajo Presidencial sobre Activos Digitales ha recibido la orden de incluir XRP, Solana y Cardano en la reserva estratégica de criptomonedas del país. Esta iniciativa sigue la promesa hecha por Trump durante la conferencia Bitcoin 2024 en Nashville, Tennessee, donde adelantó su plan de establecer una “reserva estratégica nacional de Bitcoin”. En su discurso inaugural, destacó que, de ser reelegido, el gobierno de EE. UU. mantendría el 100% de la criptomoneda Bitcoin que posee actualmente.

Este anuncio provocó un gran impacto en el mercado de criptomonedas, con un aumento notable en los precios de varias monedas digitales. Cardano lideró las alzas con un ascenso de casi 70%, mientras que Ripple subió un 32,1%, Solana un 23,1%, Stellar un 17,1% y Hedera un 11%. Además, Bitcoin experimentó un fuerte repunte, superando los $91.000 por primera vez en cinco días, con un incremento de más del 7%. Ethereum, por su parte, avanzó un 11,5%, alcanzando los $2.400.

Donald Trump y su visión sobre Bitcoin: la posible creación de una reserva estratégica de BTC

La idea de establecer una reserva estratégica de Bitcoin en Estados Unidos, aunque aún en el ámbito de la especulación, plantea un interesante debate sobre cómo los activos digitales podrían integrarse en las políticas económicas de los países.

Las reservas estratégicas, como las de oro o divisas extranjeras, han sido fundamentales para mantener la estabilidad financiera a nivel global, sirviendo como un respaldo frente a crisis económicas o variaciones en los tipos de cambio. En este contexto, incluir Bitcoin en el conjunto de reservas podría marcar un paso hacia la diversificación de estos activos, dado el creciente papel que la criptomoneda juega como refugio de valor en tiempos de incertidumbre económica.

No obstante, la propuesta de crear una reserva de Bitcoin trae consigo varios desafíos y preguntas clave sobre su gestión. Un aspecto central sería determinar qué entidad sería responsable de administrar estos activos y cómo se financiaría la compra de Bitcoin. Existen varias opciones, como la venta de activos tradicionales como el oro o bonos, o incluso la emisión de deuda pública. Este tipo de estrategias podría generar un debate acerca de sus efectos en la política monetaria y la deuda nacional, ya que la creación de dinero nuevo podría tener repercusiones en la inflación y en la estabilidad del dólar estadounidense.

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